Las películas complementan la vida real. Dan color a las encuestas de opinión pública. Potencian nuestra conciencia de lo intangible y reflejan los cursos ocultos de nuestra experiencia. Señalan situaciones a menudo difíciles de captar directamente pero también muestran, bajo la superficie, lo que pensamos de nosotros mismos. Esto es particularmente cierto en el caso de los temas cinematográficos que parecen presentados como al pasar. Los realizadores tienen un interés vital en el público masivo y puede suponerse que esos temas siempre
y cuando aparezcan con cierta regularidad están basados en las actitudes, deseos y reacciones de muchas, muchísimas personas.
Los films son el espejo de nuestra realidad. Mirémonos en él.
S. K.