He aquí un seminario dictado en 1996. Aquel año, me había parecido urgente no sólo reconstituir con precisión el recorrido que permitió a Lacan plantear entre 1959 y 1963 un objeto totalmente distinto del que había fundado desde el estadio del espejo, sino también apelar a otros saberes diferentes del psicoanalítico para aclarar la consistencia muy especial de este objeto a. De ahí la preocupación por cosas tan ajenas entre sí como el milagro, la reliquia, el punto de fuga, el papel moneda o la noción de variable. Ninguna de ellas es el objeto a; pero todas permiten acercarse a este vacío activo que Lacan instaló en el campo freudiano para desempeñar el papel de una mitad sin par, con la cual el sujeto ligado al significante juega su partida.
Guy Le Gaufey