En contacto con Mallarmé y Beckett, entre otros, El cuerpo freudiano se continúa en una estética de la cual el psicoanálisis puede, a la vez, dar cuenta. En el ir y venir de Freud a la obra de arte, el libro nos conduce a la movilidad que enuncia. Una conciencia erotizada y su correlato, la caída de la teoría, son condición a la vez de cierta práctica estética y del psicoanálisis.
Los bajorrelieves asirios, La siesta de un fauno de Mallarmé, la obra de Henry James, Saló de Pasolini, son algunos de los preciosos ejemplos que descifran estas páginas.
Publicado por primera vez en nuestro idioma, El cuerpo freudiano - Psicoanálisis y arte, nos devuelve un Freud móvil y una teoría descentrada. El lector encontrará la escritura a la vez sutil y contundente, política y estética, de uno de los pensadores más importantes de nuestro tiempo.