Optimus Oloop es un estadígrafo, un obsesivo que anota todo y que enloquece a lo largo de las 20 horas que dura la acción de la novela. Su casa es una agenda viva, un archivo meticuloso, un emporio de mementos. Cada pared ostenta profusión de tablas sinópticas, mapas estadísticos y diagramas policromados. Cada mueble es un almacén de datos y reseñas, de estudios y experiencias. Cada cajón un fichero que custodia la fidelidad de su memoria. También lleva el cómputo de sus relaciones sexuales y por eso invita a sus amigos a un banquete en el Plaza Hotel de Buenos Aires, para festejar su coito número mil.
Llena de escenas memorables y de los más extraños personajes que proclaman ideas sobre el amor, la vida, el arte y cuanto se les ocurra, la novela sigue las andanzas de este impactante finlandés, hombre de lucidez extraordinaria (la lucidez de la locura) cuya rigidez se quiebra cuando accede al amor.
Mempo Giardinelli
La producción de Filloy en los años treinta se ubica, por su calidad, entre las obras de Roberto Arlt, el teatro de Armando Discépolo y la poesía de Oliverio Girondo.
David Viñas